«El Legado de Baker Street: Casos que Trascienden el Tiempo»

Eran las diez y media cuando abrí la puerta del 221b de Baker st, sobre la mesa un telegrama de D.Jonh Carpenter, antiguo cliente de la agencia, miré a Holmes y le pregunté porqué aún no lo había abierto.

Estaba esperando a su llegada Watson, me respondió; tratándose del señor Carpenter lo más seguro es que no sea él quien requiera de nuestros servicios, sino algún conocido suyo lo más probable una mujer.

Porque sin abrir el telegrama es usted capaz de saber y adelantar toda esa conclusión, le pregunté…

Querido Watson fueron dos las ocasiones que nos contrató, para conocer las correrías de su marido y las dos acabó nuevamente conviviendo con este, de lo cual me alegro pues siempre son de mi agrado los finales felices.

Entiendo ya no habrá una tercera de ahí y por lo contento que quedó con nuestro buen hacer, deduzco es un conocido cercano suyo quién precisa de nuestra ayuda y  sospecho pueda ser una mujer, pues observé en una de las otras dos ocasiones una extensa lista de amistades femeninas, cuando busco en una de sus agendas pero por favor buen amigo proceda a abrir el telegrama y comprobemos si estoy herrado.

21 de octubre de 1892.

querido Sr Holmes espero les valla bien, me es grato esta vez escribirles no porque necesite yo sus servicios pues afortunadamente mi pareja y yo hemos vuelto y estamos felices y dichosos .

Si bien la madre de una gran amiga tiene necesidad de sus servicios, espero no tenga inconveniente en que la haya facilitado su dirección para les cuente su problema un saludo afectuoso.

sr. John Carpenter.

Increíble le dije cada vez me asombra ud más  Holmes ahora dígame ya sabe también de que puede tratar este caso…

 Holmes miró por la ventana y con su pipa humeante me dijo:

Querido Watson efectivamente se trata de una madre intrigada y deseosa de conocer si su vástago anda mal rodeado, aún me queda por saber si malas compañías femeninas o masculinas, pero no se apure doctor en un rato lo descubriremos, acérquese ve esa señora que se apea de aquel carruaje todo apunta que es la madre de la amiga del Sr.Carpenter …

Uno dos tres lo ve va a sonar la aldaba ya.



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